03 mayo 2006

Espérame

Espérame y volveré,
Espera, espera.
Aunque las lluvias amarillas
infundan tristeza, espera.
Espera aunque la nieve caiga y vuelva a caer,
espera aunque el calor te sofoque,
Espera aunque otros
olvidados de ayer
no esperen.
Aunque no lleguen cartas
del frente distante, espera.
Espera aunque todos los que esperaban
se hayan cansado de esperar.

Espérame y volveré,
No hagas caso
de quienes insisten
en que es hora de olvidar.
Que madre e hijo crean
que ya no existo,
que los amigos se cansen de esperar,
que se sienten junto al fuego,
que beban vino amargo
a la salud de mí alma...
Espera. Y no te precipites
a beber con ellos.

Espérame y volveré,
A pesar de todas las muertes,
El que no me esperaba
que diga: Tuvo suerte.
Aquellos que no supieron esperar, no podrán
comprender

Que en medio del fuego
Tú fuiste quien me salvó
Esperándome.
Cómo salí con vida
sólo tú y yo lo sabremos,
Simplemente porque tú supiste esperar
como nadie en el mundo.

Konstantin Simonov

5 comentarios:

Anónimo dijo...

viejo es lindo leer el poema que pusiste, si piensas que ese fue el ultimo poema que el companero de la Gladys le mando desde la ilegalidad antes que lo desaparecieran, cuando tengas tiempo cuentame como te va, quizas podamos hacer algo a la distancia......con el saludo de siempre, y a la esepra que te vaya lo mejor posible....

Anónimo dijo...

Hola Manuel, gracias por tu invitación cultural, gracias por la
traducción del poema y gracias por tu humanidad. Consérvala, amigo, es
lo que nos hace ser personas y no simples animales.

Aunque no son de calidad, ni tan siquiera esperanzadores, te copio
unos versos propios, sencillos, que surgieron de repente ante unas
exhumaciones que no se realizaban con las garantías del ADN ni tampoco
contemplando la legislación internacional sobre Derechos Humanos. No
los considero míos, sino de cualquiera que los pueda sentir.
Un abrazo, Angel.

Aquellos asesinos,
hombres de vil madrugada,
armados asesinos armados
los mataron,
creyendo matar su Ideal.

Subió el sol sobre las moscas,
la opresión ahogó los gritos,
nunca el luto fue más negro,
todo en silencio, callado.

El pañuelo en la cabeza derrotada
sujetando,
insondables pensamientos
en cada viuda amargada.

Años crueles, de miseria,
vejación de ya no verles,
vejación de no tenerles,
vejación, asesinos, vejación.

Pasan años, tantos
como las gotas de lluvia,
como gotas de cera
que ardiendo caen,
una a una,
día a día.

Llegaron los antropólogos,
los forenses,
los voluntarios de la buena obra del día;
sacaron a nuestros muertos
de esa tierra
que escuchó su despedida,
esa donde pudrió su sangre.

Estudiaron los huesos
miraron los dientes,
midieron, midieron y midieron;
lo midieron todo
menos nuestro dolor
menos nuestros ideales
menos nuestro deseo de justicia.

¡Justicia asesinos Justicia!

Llegaron los sepultureros
entre alcaldes, periodistas, figurantes engreídos,
bendición sacerdotal
y algún ánima apenada se persigna.
Los muertos...qué van a decir los muertos!
...¡nada!

Anónimo dijo...

Estimado Manuel:
En estos detalles te das cuenta que Santiago sigue siendo Chile, no veo cine ruso (o propiamente de la URSS) desde 1973 cuando a la edad de 12 años ví tres películas sobre "La gran Guerra Patria" creo que se llamaban Liberación, otra que ví fué traducida al Español como "Me compré un papá" tierna película que narra las peripecias de un niño para conseguirle novio a su mamá...bueno espero en un de mis viajes a Santiago terciarme con algún buen fstival de cine...por ahora voy a arrendar nuevamente "el acorazado Potemkin" y "Solaris"
Atte

Anónimo dijo...

te agradezco este contacto, y el poema es muy hermoso.
siempre los escritos que has compartido me conmueven profundamente y hoy no solo quise ser receptora y quise comunicarme desde el puerto de Valparaiso te acompaño en tu camino.

Un abrazo, muchos cariños

Solange

Anónimo dijo...

Qué sorpresa más maravillosa encontrar así, por azar, un poema tan hermoso como ESPÉRAME.
Je te embrasse très fort¡
Marianela