28 agosto 2007

Por el derecho a la vida

La Central Unitaria de Trabajadores de Chile ha convocado para este 29 de agosto a una jornada de movilización nacional y acción sindical, bajo la consigna “no al neoliberalismo, a conquistar un estado social, democrático y solidario” y “asegurar los cambios a nivel del sistema de negociación colectiva, las reformas al sistema provisional, al seguro de cesantía, a la educación y al sistema electoral”, pues se diagnostica que existe una “ofensiva empresarial, de la derecha política y de los sectores neoliberales enquistados en el Gobierno” dirigida a “deslegitimar y desprestigiar las manifestaciones de trabajadores organizados que luchan por vivir mejor”.

Como actividades centrales se invita a preparar atrasos colectivos al trabajo; realizar cuchareos y viandazos; organizar actos para dar a conocer las demandas sindicales y entonar el Himno Nacional antes de entrar a los hospitales, colegios, reparticiones públicas, fábricas, centros industriales y mineros; organizar en las primeras horas de la mañana actos en los centros comerciales y principales Mall de las ciudades; instalar lienzos y pancartas en las calles, en las carreteras y caminos rurales del país. También a que los pobladores realicen marchas, durante las primeras horas de la mañana, marchas hacia los lugares que “son expresión del capital, como bancos y centros comerciales”.

Ante tal llamado algunas voces críticas del oficialismo se han alzado calificando la convocatoria de “anacrónica”, pues recuerda a las consignas anticapitalistas de antaño, mientras otros sectores también ligados al Gobierno, y por cierto de la izquierda extraparlamentaria, han decidido apoyar la movilización.

Pero, ¿es realmente “anacrónica” en su forma y contenido la invitación de la CUT? O para preguntarlo más directamente, ¿está “fuera de moda” y “superada” la crítica al capitalismo? ¿Vale la pena el esfuerzo de llamar a “luchar por vivir mejor” luego de caído el muro de Berlín, el desplome de la Unión Soviética y de los socialismos reales de Europa del Este, la hegemonía del dogmatismo económico neoliberal a escala planetaria, la globalización capitalista transnacional, la para algunos muerte definitiva del marxismo, la instalación aséptica al antagonismo de la Ética del Discurso y la Teoría de Sistemas, la filosofía política liberal, el neopragmatismo, la meta-ética analítica del lenguaje y el “fin de la historia” como horizontes teóricos casi absolutos de nuestra época?

Me atrevería a decir, junto a Enrique Dussel y su filosofía de la liberación, que si nos paramos en el mundo desde el quintil más rico de Europa, Estados Unidos y Japón sin duda estas son cuestiones del pasado, que huelen más a los tiempos míticos de 1917, 1959 o 1968, que al presente de los MacBook, las Palm y las tarjetas de crédito. También si nuestra experiencia de la existencia forma parte del cinco porciento de mayores ingresos de África, Asia, América Latina y Europa del Este. Por cierto si observo el transcurrir de la vida, aunque posea un nivel de ingresos algo menor, desde la administración del ejercicio del poder político de turno, para el cual toda movilización social comporta la amenaza para la subida de los índices riesgos del país, variable estudiada con obsesión por los inversionistas extranjeros, así como para los conceptos cristalizados de “gobernabilidad”, “seguridad ciudadana”, “paz y orden social”.

Pero si vives en “situación de calle”, eres cesante o asalariado de sueldo mínimo en Chie, cuya gestión de la vida cotidiana ha sido convertida en una pesadilla permanente, por condiciones sociales frente a las cuales se te hace patente que te resulta extremadamente difícil incidir, y que compruebas a diario la exclusión, marginación, segregación, pobreza por tu color de piel, apellido, comuna y colegio de origen; si eres allegado sin solución habitacional o un con “casa propia” nueva que se cae a pedazos cada invierno; si eres un joven egresado de un centro de formación técnica, instituto profesional o universidad y descubres que te has sumado a la lista de los “cesantes ilustrados”; si eres mujer, pobladora, mapuche, madre soltera con hijos, lo que te fija a una “posición negativa en el mercado” y no tienes una red de protección social que te de en forma eficiente y oportuna una mano, tal como compruebas que otros sí la tienen el sistema privado; si te esfuerzas por mantener un patrón de consumo y vida de clase media para tus hijos, pero a costa de un endeudamiento permanente, para el cual te ves autosometido a una tasa de explotación en número de horas de trabajo diarias, y en diferentes empleos precarios, solo comparable a los peores recuerdos de Oliver Twist; si eres trabajador y consideras que durante las últimas dos décadas los únicos partidos políticos que pueden acceder democráticamente a disputar el ejecutivo se concentran en dos bloques que tienen otras prioridades en su agenda que tu situación concreta, pero no puedes presentarte a candidato porque eres dirigente sindical, o no puedes colaborar para que tus partidos accedan al parlamento por un sistema electoral arbitrario…

Tiene todo el sentido del mundo movilizarse. Aunque sea una utopía, un gesto mínimo de dignidad, de mostrar coraje y responsabilidad social como los estudiantes secundarios por la calidad de la educación pública, los subcontratistas por sus bonos de productividad, los mapuche por sus tierras, las feministas contra el machismo que mata, los ecologistas contra la destrucción y explotación extranjera de nuestros glaciares y recursos naturales no renovables, las agrupaciones de derechos humanos por la justicia, los trabajadores y trabajadoras de los supermercados y las multitiendas en paro por el respeto a sus derechos mínimos.

Nadie puede restarse a movilizarse por el derecho a la vida, a la salud, al trabajo decente y el salario justo, a la felicidad, a la satisfacción digna de las necesidades de todos y todas, en un plano de igualdad creciente y no congelado en un “statu quo” inconmovible, impasible. Movilizarse para poder vivir mejor es rechazar la muerte, disminuir la angustia, apartarse con voluntad del peso insoportable de la creación de riqueza y productividad que no considera al ser humano en su centro, que desconoce al medio ambiente, que explota, enajena, oprime, mata. Todos los que estén por mayor justicia social y democracia participativa ganan con trabajadores despiertos, que tal como se ponen para la producción de la riqueza del país, exigen y reclaman sus derechos.

Por razones éticas y políticas, por mis antepasados y mis hijas, por el otro que sufre y por todos los Rodrigo Cisternas de mi país, apoyo la convocatoria de la CUT. Por una sociedad más justa, solidaria y democrática, y amable. Solo con justicia habrá paz.

16 comentarios:

Anónimo dijo...

Querido Manuel
Bello tu escrito y adhesión. Agregaría que no es necesario SENTIR en carne propia la exclusión de todos los tipos para querer un país donde se ejerza la real participación de la ciudadanía. No es necesario ser parte de la marginación; también se puede adherir por convicción política de que hay otras opciones -que es lo que en Chile no cabe
plantearse- y que podemos ser creativos el dia de mañana para inventar otras formas de gobernar. Considero que este acto del 29 en sí es hacer política y no hay que bajarle ese perfil Cariños.
Q.

Anónimo dijo...

La riqueza se levanta como diosa, a base de un mundo de miserables a los que pueda mandar y de quienes pueda triunfar, y cuyas desdichas la hagan resplandecer haciendo alarde de su poder y ostentación, con lo que se aflige y aumenta más la necesidad y la miseria.
Tomas Moro en Utopía, lúcido desde 1516.
Las reivindicaciones no son anacrónicas, son desesperadamente necesarias.
Saludos

Poetree dijo...

Excelente entrada del blog!
Me llegó por mail.

Anónimo dijo...

adhiero desde Buenos Aires.
Pedrop

Anónimo dijo...

Dentro de estos dias nublados,con sol. Donde me hace pensar que Arturo Martinez y la Cut, estan cada vez mas fuera de toda opinion publica e inmanencia de masas, es que tus escritos certeros , y concretos, me hacen despertar de esta pesadilla que cada dia mas me tira a la digregacion.y desapariciòn. Vale Manuel.
Me despido invitandote a la conmemoracion de la memoria, de los DDHH, y de mis tios desaparecidos, para compartir tus conocimientos con las nuevas generaciones, saludos

Anónimo dijo...

Manuel:
Gracias.

buen 29 !!.

un abrazo, desde Valparaiso

Anónimo dijo...

Hola Manuel me interpretas plenamente a lo igual que le llamado que realizo la Cut, buen articulo.
Abrazos llenos de colores.
Gabriel

Anónimo dijo...

Que lindo Manuel! Sige adelante por el bien de un pueblo que no debe perder su dignidad. Desde la distancia mi apoyo al llamado.
Saludos fraternales
Franklin

Anónimo dijo...

¡Bravo, Manuel! ....fiel a tu apellido y a la memoria de tu padre.

Yo compruebo a cada rato y todos los días las cosas que tu mencionas, por
las cuales hay que marchar mañana y siempre. Me da una indignación
furibunda y un a la vez una gran desesperanza, porque siento que mi
generación no ha logrado salir adelante con lo que se propuso; somos hijos
de la postguerra, crecidos durante la gran farsa de la "guerra fría" que a
mi particularente afectó gran parte de la adolescencia... Aveces siento una
profunda verguenza al ver la calidad de vida que tienen algunos cuando
incorporan la fastuosidad y el derroche a sus costumbres: los autos
desproporcionadamente lujosos para acoger las mismas posaderas que tenemos
todos; las mansiones con cercos eléctricos y perros y cuidadores; los
indigentes; los endeudados... suma y sigue, ¿no?

A veces siento que "ganaron los otros"... pero, por otro lado, recuerdo que
el imperio romano cayó justamente por, entre otras cosas, esos mismos
desmadres. La historia es un constante carusel de lo mismo, dándole al
Hombre a veces la oportunidad de redimirse y de acoger al otro en un plan
común de respeto y progreso.. Sólo que este último período ha sido un
poquito demasiado largo....

Sin embargo, debemos recordar los otros grandes luchadores que este país ha
sabido dar: Chacón, Lafferte, Pablo de Rokha, desde su particular
trinchera....Isidora Aguire,desde la suya.... mi marido que regresó del
exilio para morir poco tiempo después, por un cáncer fabricado en el
destierro... en fin; famosos y anónimos.

Por eso escribo teatro; para decir a quién quiera escuchar que las cosas
están mal y que no podemos seguir así. Lo hago, desde luego, con humor, y
profundidad, porque los "ladrillos" no los escucha nadie. También para
tratar de rescatar algun alma -aún sensible- de las fauces de la televisión.

Eso.

Un abrazo fuerte.

A

Anónimo dijo...

Manuel;
Gracias por el articulo, lo haré circular entre los latinos.
Creo que me has levantado la moral en el día de hoy cuando se que
el camarada Luis Bustos (san Diego) esta en las ultimas, se levanta
tu voz como en los 60 y 70 para hacer conciencia social y política
Te felicito adelante compañero la lucha no ha terminado.
Beatriz

Marce Mercado dijo...

Manuel, acá en antofagasta, no pasa mucho... ni sé dónde están los dirigentes a esta hora...

Es que acá pasó un poco harto lo de La Granja de los Animales..y hoy todos los ex dirigentes están " achanchados" en puestos de gobierno...

Querido, te invito a mi Blog...dejé una cosita para ti en él...

Besos

Marce

Anónimo dijo...

Lo mínimo que puedo hacer es felicitar a Manuel Guerrero por éste estupendo artículo. Créo que interpreta el sentir reál de la clase trabajadora chilena consecuente e individualiza a los sectores
proletarios que sufren las graves consecuencias del sistema neoliberal imperante y la corrupción moral de quienes niegan ésa realidad y cínicamente pretenden ridiculizar al Movimiento Obrero.

Anónimo dijo...

Apenas desperté vi TVN, ahí estaban los pelotudos del matinal diciendo "estamos en un día en que se espera movimiento" y etc etc, y hacían despachos cada 5 minutos y los conductores mostraban sus caras de desilusión porque aún no habían "desmanes" y anunciaban que pronto tendráin más contactos apenas hubiese algún "hecho noticioso", apagué la TV y me fui a ver qué onda en la U y cuando llegué Oriente lso de Arte y Teatro iban saliendo con pancartas y lienzos a protestar... peor me fui a clases a ver qué onda y no duré ni un minuto sentada y partí a la marcha y me bajé en Salvador porque estaba el tránsito cortado y allá me encontré con gente amiga de teatro.
A muchos les llegaron lumazos, dirigentes sindicales más viejitos se desmayaron cuando les llegó a la cara el zorrillazo y etc... y el hecho sangriento, o por lo menos el difundido: el senador Alejandro Navarro y el golpe que le partió la cabeza y lo que no vi, Lautaro Carmona también agredido.
A mí los pacos me empujaron varias veces pero no me fui, no estaba haciendo nada, sólo manifestándome llorosa y mojada por el guanaco, pero ahí, siempre digna. Intenté mirar a los ojos al paco que me empujaba de frente, medía 20 cm más que yo (o sea unos 1,90 quizás), jamás me dio la mirada, sólo me empujaba y yo lo miraba a los ojos, siempre digna aunque altanera y el me decía "muévete" "sale de aquí" y empujaba con su traje a lo tortuga ninja.. en fin, le gané y me dejó ahí estar parada en frente de la Moneda y luego me fui con los demás a gritar y lanzar papelitos... mientra slos pacos nos echaban caballo encima, así, sin más ni más y aprpvechaban de darnos patadas cuando estábamos a su alcance...
Es raro, hace tiempo que no acudía a una manifestación y en realidad necesitaba estar con los míos... vi a varios amigos, la siempre bella Titi, al Cristobal y al César, también vi al Eric y compartimos algunos chapusones de guanaco :-s
Es extraña la solidaridad que se da en las manifestaciones, cuando cayó un caballero de la ANEF llamado Óscar por culpa de que a menos de 50 cm recibió el gas lacrimógeno todos lo socorrimos, el SAMU demoró una hora en llegar, no supe bien qué le pasó... otras personas me regalaron sal (no llevaba nada porque primero fui a Oriente a clases y sólo entre y salí de inmediato porque habían como 10 personas en clases y me dije a mí misma que tenía que ir a protestar).

Hoy no trabajé, paré, quizás me echen, quizás no me digan nada...

Hoy estuve con los míos porque aún no me aburgueso y porque nunca he sido burgués para quedarme sentada mirando y haciendo nada.

Hoy en parte fui yo, más yo que nunca quizás... radiantemente yo como me dijo alguien que anduvo conmigo en las improvisadas marchas que lograron paraizar el centro de Santiago...

°°Janekeo°° dijo...

hola manuel
siempre me meto a tu blog, aunque no siempre posteo porque como que tus temas me quedan un poquito "elevados" :-p no es mi fuerte la sociología...

yo siempre participo y adhiero a las manifestaciones del pueblo y sigo creyendo que sirven para exigir lo que se nos debe: justicia e igualdad (social y de la otra)

saludos!

Margarita

°°Janekeo°° dijo...

una consulta?
quién pegó mi post en tu blog?

plop!

acabo de verlo, después de haberte posteado...

en fin

saludos nuevamente

Anónimo dijo...

Querido Manuel:
Por supuesto que es un derecho legítimo, la expresión ante la injusticia y la postergación.
Sería bueno que se informaran todos los negociados que han hecho y hacen las autoridades y empresarios del país, enriquecidos con el trabajo obrero. el abismo es inmenso entre lo que gana un trabajador y un empresario, en algunos casos llega a 80 veces de diferencia ¿No es cómo mucho?
¿De qué equidad están hablando las autoridades? ¿Cuál es el llamado a la tranquilidad que se puede hacer para quienes reciben salarios de hambre?
Cariños,
Andrea