31 enero 2007

Hasta marzo


Queridos amigos y amigas,

Acá en el sur del mundo el verano se ha hecho presente, y los trabajadores hemos juntado chauchas para poder ir a disfrutar de él a alguna parte donde haya tranquilidad y espacio para compartir con los nuestros. Es el momento de cargar baterías, de hacer evaluaciones de lo sido, tal vez corregir el rumbo o replicar lo bueno y proyectar lo porvenir.

Junto a mis bellas lunitas nos aprestamos a sumergirnos en un abrazo único que nos fundirá por tres semanas en una playa pacífica -con agua potable pero sin luz eléctrica-, del hermoso Uruguay, donde tomando mate y al ritmo de guitarras y candombes, y la fraternidad hermosa de los hermanos charrúas, espero tomar contacto con los médanos blancos de Zitarrosa.

Así es que los dejo amigos y amigas por un tiempo breve, y prometo estar de vuelta -ojalá- con un librito que estoy por terminar, en el que conversamos cuatro generaciones de Manueles, cubriendo entre el espanto y la ternura, pero por sobre todo el amoy y el compromiso, un punto de vista muy personal de lo que fue el siglo XX, desde la creación de la Federación Obrera de Chile -la FOCH-, hasta la revuelta de los pingüinos en el Chile del 2006.

Los y las quiero mucho, hasta pronto,
"porque el corazón no quiere, entonar más, retiradas"
Manuel.
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A redoblar

volverá la alegría a enredarse con tu voz
a medirse en tus manos y a apoyarse en tu sudor
borrará duras muecas pintadas
sobre un frágil cartón de silencio
y en aliento de murga saldrá
a redoblar
a redoblar muchachos esta noche, cada cual sobre su sombra
cada cual sobre su asombro a redoblar, desterrando
desterrando la falsa emoción el lalalá, el beso fugaz
la mascarita de la fe
a redoblar
a redoblar muchachos que la noche, nos presta sus camiones
y en su espalda de balcones y zaguán, nos esperan
nos esperan otros redoblantes otra voz, harta de sentir
la mordedura del dolor
a redoblar muchachos la esperanza
que su latido insista en nuestra sangre
para que esta nunca olvide, su rumbo
porque el corazón no quiere entonar más retiradas.

[Texto y música de Mauricio Ubal y Rubén Olivera. Grupo Rumbo, Disco "Para abrir la noche", 1979, Uruguay]