05 agosto 2011

Idignado, pero contento

Anoche a las 20:00,  después de muchas escaramuzas y gases blancos, me fui a mi territorio, Ñuñoa. En la plaza principal, cacerola en mano, partimos 20 personas metiendo bulla. De pronto eramos 100, y a la media hora más de 1000!! Como era tal la cantidad de gente congregada, a grito pelado nos propusimos dar una vuelta por Pza Ñuñoa hacia el Sur, en una marcha por la vereda. Lo hicimos y al llegar nuevamente a la esquina con Irarrázaval todavía se veía gente en la columna de la marcha por Dublé Almeyda. Así es que ahí, en forma espontánea bajamos a la calle con tranquilidad. 

Y así fue, y de ahí nos nos movimos más. Estuvimos fácil unos 90 minutos por ambos lados de Irarrázaval, generando un taco kilométrico, en una fiesta con gente bailando, saltando, niños con bombo, una alegría rebelde que sacaba lágrimas y risas. De pronto la gente, en forma espontánea, comenzó a avanzar hacia Macul, adonde estaban apostados los pacos. En forma pacífica se avanzó, pero la recepción fue distinta pues llegaron Fuerzas Especiales que nos gasearon tanto por el lado de Pza Ñuñoa como en Macul con Irarrazaval. Sin embargo, la gente no se iba! Y volvían los cacerolazos, ahora ya también metidos en las calles alrrededor.

La manifestación fue potentísima, y fue similar en las Villas y varias plazas de la Comuna.

Al inicio los pacos fueron bastante racionales porque se limitaron a desviar el tránsito a unas dos cuadras del tumulto. A las 22:00 hrs., como por una orden centralizada -porque lo mismo ocurrió en todo Stgo en forma similar- aparcieron Fuerzas Especiales, nada de especiales, arremitiendo contra la gente. Copy and paste de la repre de los 80. No importa la presencia de niños/as y adultos mayores: la violencia amplificada por la tecnología y un ánimo de revancha (de qué? si era una fiesta!) se hizo caer sobre la Plaza Ñuñoa.

Con todos quienes me he contactado están indignados. Pero con un sentimiento de alegría y algarabía ciudadana que ya despertó perdiendo el miedo a tomarse las calles, que incluso es más fuerte que la rabia.

Tengo la sensación que esto ya no para y que el movimiento social tendrá que inventar su propio rumbo ante la inexistencia de opciones políticas que canalicen el descontento, pero también la alegría de sentirnos parte de una gran transformación social en acto.

Tomado de la mano de mis hijas pequeñas, ahí en la calle nuevamente, recordé a nuestros muertos. Pero sobre todo a nuestros vivos: nuestros estudiantes que como un motor vital iluminan con fuerza el camino, sin tranzar ante nuestras propias racionalidades, temores, cálculos, apuestas... Gracias a ellos estamos construyendo mayoría social que camina y se abre mundo.

Indignado, pero contento.

¡Contento, Señor, Contento!

2 comentarios:

raul ortiz dijo...

Si la derecha no es una posicion valida, ya que su vocacion son favorecer a los grandes intereses y llegaron al poder por el descontento con la concertacion a la cual se le han caido sus disfraces que posibilidad nos queda sin caer en la represion y Piñera se convierta en el Kadafy Sudaca

Anónimo dijo...

yo estuve con mi señora,hija e hijo de 11 años (son gemelos) y tienen claro lo que piden los estudiantes de educacion media,seria bueno que se enrolaran los de septimo y octavo basico en las proximas movilizaciones

pd.donde encontrar las fotos de esta manifestacion
atte vparedes665@hotmail.com